LO NATURAL es aquello que viene de la naturaleza o también lo que está conforme con la cualidad o propiedad de las cosas. Algo se naturaliza cuando asumimos que es de un modo y por ello, inmutable.
LO INTENCIONAL es el impulso interno que al ser humano le lleva a superar sus condicionantes, es una rebelión que nos convierte en un ser histórico-social cuyo modo de acción puede transformar hasta su propia naturaleza.
Cuando decimos: "Las cosas son así" o "yo soy así" estamos naturalizando lo que creemos, tal vez porque nos falta fuerza para cambiar, tal vez porque en la comodidad buscamos un bienestar permanente que nunca se llega a dar.
Este sistema naturaliza o asume como males necesarios la enfermedad, la guerra, el hambre, el desastre ecológico, las desigualdades enormes,... y la muerte. De hecho, las personas hacen cosas constantemente para olvidarse de este hecho.
Hoy el ser humano es capaz de surcar los aires, el fondo marino, llegar al espacio, curar enfermedades, trasplantar órganos, generar prótesis, producir cultivos o sintetizar alimentos para hacer desaparecer el hambre. Está en condiciones de rebelarse frente a los límites de una sociedad absurda que atenta contra la vida, de encarar la muerte de otro modo ampliando más allá de lo imaginable su horizonte temporal.
¿Qué pasa si uno imagina que va a vivir 3.000 o 4.000 años? (para no asustar con la palabra "Inmortal"). De inmediato "todo" se modifica. Esto es porque el tiempo (y la infinitud) es el condicionamiento más importante de nuestra vida. La desaparición del tiempo como límite sería para nuestra conciencia un salto cualitativo tan importante, como lo fue la oposición del pulgar en los primates. Nuevas funciones generaron nuevas conexiones nerviosas, modificación del sistema en general y, en síntesis, otra especie.
Silo.1989 Consecuencias de la revolución tecnológica
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