La MEMORIA es el almacén de nuestra conciencia donde se graba todo lo que nos acontece. Aprendemos gracias a la memoria y la adaptación al medio en el que vivimos también depende de los recursos y datos grabados en ella.
Cualquier estímulo, sensación, impulso nervioso, estado anímico, imágenes o pensamientos que tenemos dejan su huella en la memoria. Sin embargo, de algunos datos somos más conscientes que de otros. Si una situación nos causa dolor o tenemos intereses o expectativas en ella, ponemos mayor ATENCIÓN y esto hace que se grabe con más claridad. Aun así no grabaremos la realidad tal cual es.
Así pasa con nuestra vida y los acontecimientos que creemos haber vivido, tienen realidad psicológica, aunque no hayan pasado del modo que recordamos. Esto no es mucho problema si se pueden ordenar como algo neutro, bueno o muy bueno. Pero en la medida que lo acontecido nos produce sufrimiento hay que revisar y ordenar de nuevo todo aquello que generó dolor o que no se consiguió colocar adecuadamente en esa memoria.
Cada vivencia o situación problemática no resuelta, genera un vórtice de dolor y sufrimiento mental que nos atasca. Cuanto más problemas tiene una persona, más pobre es su estado vigílico, mayor el ruido mental, el enredo en sus pensamientos y la dificultad para priorizar. Sin saber cómo se acerca al accidente produciendo acciones contradictorias.
Las tres vías del sufrimiento son: la sensación, la memoria y la imaginación. El hombre sufre por lo que cree que le pasa, por lo que cree que le pasó o por lo que cree que le pasará. Según la dirección que demos a nuestra vida o la expectativa de futuro que tengamos, cambiará la valoración de los recuerdos.
Uno envejece cuando la memoria antigua invade nuestros pensamientos y vamos perdiendo la capacidad de recordar las situaciones más recientes. Es necesario para no deteriorarnos poner INTENCIÓN en fortalecer nuestra ATENCIÓN y curiosidad por lo que nos rodea, esforzarnos por sacar relaciones DIFERENTES con lo que nos sucede para aprender a usar la memoria de un modo nuevo.
Presente, pasado y futuro se nutren de la memoria. Hasta la imaginación de lo que proyectamos en un tiempo venidero toma prestados los datos de este mismo almacén. ¿Cómo construiremos nuevas imágenes de futuro? ¿Puede ocurrir que sin saber nos dirigimos ya hacia un futuro no imaginable que tan solo requiere de nosotros esa capacidad de ATENDER y regrabar de un modo nuevo los significados importantes para la vida?
"La tendencia de la memoria a surgir, a completar actos, es inevitable. Y no depende de ella misma. Allí descubrí el mecanismo de intencionalidad de la conciencia. Intencionalidad que se manifiesta también, por sobre todo, en la memoria." Silo
Estupendo me ha encantado y me he identificado con ello, por eso tengo el lema de que pase lo que pase uno debe guardar el pasado de los buenos recuerdos, vivir el presente, el ahora el minuto a minuto, sin pensar
ResponderEliminarmucho en el futuro, porque el futuro siempre es algo desconocido y siempre vamos a la carrera de pensar que podemos hacer en el futuro y hacemos caso omiso a las consecuencias que se pueden situar en el presente y puede llegar a frustrar quizás lo que pensabas para un futuro.
Me encanto, totalmente de acuerdo
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