Hace tiempo, ya en en el siglo pasado, el mundo estuvo dividido en dos bloques antagónicos. Los dos surgieron de ideales o planteamientos interesantes como la igualdad entre todos los hombres del mundo o la libertad del individuo. Con el tiempo, ambos acabaron por denigrar y cosificar a las personas. Uno dando todo el poder al Estado y el otro al Capital. Cada bloque buscó consolidar su hegemonía considerando como "enemigo" al otro . Durante la guerra fría pusieron sus esfuerzos en el desarrollo tecnológico para avanzar hacia el armamentismo y la manipulación de las poblaciones. En 1989 cae el muro de Berlín y con esa caída comienza la globalización. El modelo del Neoliberalismo se consolida incluyendo dictaduras y democracias de todo signo en su seno. La libertad del individuo pasa a ser un individualismo exacerbado. Los mercados se liberalizan, traspasan las fronteras y el capital se concentra cada vez en menos manos...
Al establecer el dinero como valor universal, este sistema ha dejado atrás en muy poco tiempo el estado de bienestar. Nunca revirtió los esfuerzos del trabajo en manos de la gente. Buscando la productividad y el consumo no repara los graves desastres ecológicos que produce. Promueve un estilo de vida que pone en riesgo el equilibrio sicológico de la gente.
Sin embargo el dinero como mito epocal va cambiando su valor entre las nuevas generaciones. La ilusión de alcanzar un nivel vida mejor que el que tuvieron los padres se desvanece. ¿De qué vale una organización social que solo contempla perpetuar un modelo antiguo en el que ya no encaja nada?
La vieja normalidad ya se fue para siempre. No sabemos hacia qué mundo caminamos, pero al seguir caminando deberíamos levantar la mirada y contemplar cuál será nuestra contribución personal y social para llegar a ese mundo que queremos.
Por temor nos paralizamos y dejamos de creer en lo que hacemos. Buscando o exigiendo grandes soluciones nos embobamos con FALSAS ESPERANZAS y olvidamos poner el acento en las cosas que hacemos bien. Estas acciones nos cambian y cambian nuestro entorno.
Cada persona tendrá que plantearse cómo quiere que sea su vida. Las condiciones en las que queremos crecer o desarrollarnos seguramente coinciden con las de otros muchos seres humanos a lo largo y ancho del planeta, y no con las propuestas de aquellos que ajenos a la gente pretenden perpetuar esta situación que ya no se aguanta.
"Estamos al final de un oscuro periodo histórico y ya nada será igual que antes. Poco a poco comenzará a clarear el alba de un nuevo día; las culturas empezarán a entenderse; los pueblos empezarán a sentir un ansia creciente de progreso para todos entendiendo que el progreso de unos pocos termina en el progreso de nadie. Sí, habrá paz y por necesidad se comprenderá que se comienza a perfilar una nación humana universal." Silo. A cielo abierto.
La vida misma....
ResponderEliminarNo solo no sabemos hacia qué mundo caminamos, sino que ahora parece que ni siquiera sabemos en qué mundo estamos caminando... Muy bueno el post, muchs gracias
ResponderEliminarEstá más que claro que hasta ahora no ha funcionado "el sistema" político que desgraciadamente parece que siempre tiene que ser político para "organizar" nuestras vidas....porque siempre se rigen por intereses económicos ....personales
ResponderEliminarSi toda la panda de apandadores que suben al "trono del gobierno y digo TODOS..." pensaran en TODOS ...puede que algo cambiaría
No hagas lo que no quieres que te hagan a ti mismo
Entrando en una nueva etapa, está claro que el progreso viene unido a la colaboración, la cooperación, la unión..
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