¿Vendrá el cambio de civilización que se necesita tras sucederse terribles guerras, un conflicto nuclear, enfrentamientos violentos o las catástrofes que anuncia el cambio climático?
o...
¿Será el resultado de una ampliación de la conciencia del ser humano?
Si los pueblos no hacen el vacío a quienes les dirigen mal, si ensalzan la violencia contra otras personas por razones ideológicas, de justicia o de venganza... Unos gobiernos reemplazarán a otros sin cambiar en esencia nada.
El dinero está instaurado en este sistema agónico casi a nivel de credo. La gente parece confesarse frente a los cajeros automáticos cuando consulta su saldo. Se le atribuye la magia de resolver los problemas y hasta los atributos de seguridad, belleza e inteligencia son parte de su invisible manto. El dinero es el oráculo al que se consultan las decisiones. Esto lamentablemente deja poco margen a la imaginación, nos atrapa en lo secundario y dificulta la orientación hacia un cambio esencial. Cambio que el ser humano acomete cuando se da cuenta de su finitud, de que un día ha de partir de este mundo.
Puede ser que haya fuerzas internas que nos impulsan o es la rueda de los acontecimientos la que nos obliga a continuar. Tal vez haya un Destino Mayor que desconocemos dónde está escrito, dibujado o sentido..., pero con lo que SI contamos cómo seres humanos es con una INTENCIÓN capaz de llevarnos a transformar el mundo y a nosotros mismos más allá de lo imaginable.
Centrarnos en hacer cosas para olvidarnos de la muerte, paradójicamente nos hace perder la perspectiva adecuada para cuidar la vida que nos ha tocado.
¿Por qué empeñarnos en problematizarnos y pasar la vida entre enredos en vez de construir un puente que de sentido a esta corta existencia? Todavía es el ensueño y el temor al fracaso los que determinan nuestra forma de actuar, dirigen esa pequeña rueda sobre la que corremos, perdiendo nuestra valiosa vida en un desgaste constante que nos atrapa.
Un sentido que quiera ir más lejos que lo provisional, no admitirá la muerte como el fin de la vida sino que afirmará la trascendencia como máxima desobediencia al aparente Destino. Y aquel que afirme que sus acciones desencadenan acontecimientos que se continúan en otros, tiene tomado entre sus manos parte del hilo de la eternidad.
El Paisaje Interno. Silo
Genial Rosa. Un fuerte abrazo
ResponderEliminar¿Cambio? Muy Buena pregunta….y con la que está cayendo y tirando de la coyuntura actual insistes en enderezar este barco…Te dejo el epílogo de Yuval Noah en su libro “SAPIENS de animales a dioses”: causamos estragos a nuestros socios animales y al ecosistema que nos rodea, buscando poco a poco más que nuestra propia comodidad y diversión, pero sin encontrar nuestra satisfacción. ¿hay algo más peligroso que unos dioses insatisfechos e irresponsables que no saben lo que quieren? GRACIAS POR EL INTENTO.
ResponderEliminarGRACIAS por tu reflexión, a la que añado ¿Tienes alguna sugerencia mejor que plantearnos la finitud para iniciar un cambio esencial?
EliminarMe encanta la imageen ❤️
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