"En cuanto a la preocupación por el tema de la violencia llevamos un notable retraso. Quiero decir que no está instalada todavía a nivel general y global la defensa de la vida humana y de los más elementales derechos humanos. Aún se hace apología de la violencia cuando se trata de argumentar la defensa y aún la “defensa preventiva” contra posibles agresiones. Y no parece experimentarse horror por la destrucción masiva de poblaciones indefensas." Silo. Premios Summit Berlín
No queremos ningún bando. Queremos la vida y a los seres humanos. No distinguimos las ficticias rayas que dibujan fronteras. Repudiamos la hipocresía de los que ganan dinero con la guerra.
Se sabe que es evitable la violencia, pero eso sale de una rebelión interna.
Cuando todavía las personas no se encuentran... se olvidaron de sí mismas, de lo que representan. En algún rincón dejaron olvidado el valor, la dignidad, la belleza... También dejaron a otros que hicieran.
El aire se envenena con la muerte, enferma la conciencia. Uno a uno se van rompiendo los hombres al apostar por la guerra. La economía escondida detrás de esa justicia ciega, parcial, vieja. Reina de corazones inertes, con palabras elocuentes elude la raíz de los problemas.
Durante tantos años provocando pequeñas guerras, lejos de casa, justificadas por la prensa. Ahora llegó otra que debe ser más que aquellas. Tal vez porque se la siente cerca, o la amenaza nuclear está en la puerta, esperando un mal gesto o una demostración de prepotencia.
Es el momento de reaccionar, de hacer vacío a la violencia. Es tiempo para que sea repudiada, aislada. Los jóvenes de hoy tienen amigos por todo el planeta. ¿Cómo creerse que hay que matar a otros por defender una bandera?
El dolor interno que experimentan los que en nombre de la justicia, matan o violentan, no les permite ser persona el resto de su existencia.
¡Dejemos de hacerle el juego a los que gobiernan! Los ejércitos deberían defender a la gente, a la vida y no seguir a ciegas las órdenes de mentes enfermas.
Las armas nucleares suponen HOY el mayor de los problemas. La humanidad se perderá si no se destierran. No queremos imaginar una tierra yerma, reseca, sin posibilidad para la vida, sin futuro, sin ideas...
HUMANIZARNOS y construir la NO-VIOLENCIA.
El tiempo corre a favor de la coherencia. TRATANDO a los DEMÁS como queremos que NOS traten de vuelta.
"Es claro que aún no está instalada la idea ni la sensibilidad capaz de provocar un repudio profundo y un asco moral que nos aleje de las monstruosidades de la violencia en sus diferentes rangos." Silo. Berlín
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