¿Qué es humanizar la Tierra? Es superar el dolor y el sufrimiento, es aprender sin límite, es amar la realidad que construyes.
Más allá de las creencias que cada uno tenga, de si hubiera o no un Dios o si existen fuerzas incomprensibles que dirigen los acontecimientos a través del tiempo... para el entendimiento que hoy tiene el ser humano, dejando atrás toda especulación, hay un más acá, cercano, que nos atañe y hace al sentido de nuestras vidas.
El ser humano viene equipado de serie con la capacidad para crecer, desarrollarse sin límite, transformar su entorno, acumular la historia de sus antecesores y también puede cambiar hasta su propia naturaleza, si es que se lo propone. Esta equipación tan preciada, reside en cada persona con la que nos tropezamos, a la que saludamos cotidianamente o que evitamos encontrar.
Nuestras elecciones de dirección, no siempre son acertadas, siempre dependen de imponderables como la fragilidad o la debilidad. Y no resulta fácil distinguir entre ellas, porque mientras la fragilidad nos señala nuestra necesidad y nos impulsa a buscar a pesar de las dificultades, la debilidad nos lleva a ocultar la raíz del problema proponiendo como respuesta la máscara de disimulo.
La COMUNICACIÓN DIRECTA es nuestra herramienta de cambio más importante, los PROYECTOS que buscan humanizar el entorno donde se aplican, se convierten hoy más que nunca, en los ámbitos adecuados para comunicarnos. La NO VIOLENCIA es por ello una conducta, una actitud y una forma de vivir necesarias para el buen trato y sobre la que organizar los valores de una sociedad más evolucionada.
Si queremos humanizarnos y humanizar la Tierra, empezaremos por superar el dolor y el sufrimiento en nosotros mismos. Una persona que sufre mucho, es porque ha grabado un comportamiento mental dañino basado en sus tensiones (deseos no cumplidos, resentimiento, dolores no integrados,..) y en una supuesta "realidad objetiva" que se le impone en forma de circunstancias. Todo problema planteado desde ahí acaba apareciendo como una "pescadilla que se muerde la cola". La conciencia busca un ensueño que compense un clima básico y sólo necesita un problema irresoluble para no cambiar.
Pero aquellos que persiguen el triunfo o se anclan en el fracaso, deberían saber que se están apoyando en un error de la conciencia, en una proyección parcial de los sentidos, en una ilusión, que para bien o para mal se desmontará, dejando a la deriva aquella intención que buscaba abrirse paso.
El sufrimiento mental retrocederá en la medida en que
avance la fe en la vida, esto es: en la medida en que la vida cobre un sentido.
¿Y si te dijera que en el contacto con lo Profundo uno puede cambiar? y ¿si vivir la vida de un modo diferente está ahora entre las elecciones posibles a considerar?
Un estilo de vida más humano existe ya. Un estilo de vida en el que los problemas irresolubles dejan de serlo, porque hay una mirada que se conquista para revalorizar lo humano. Así la actitud ante las dificultades no busca el drama, ni el engrandecimiento del personaje, no persigue tener razón, es una actitud atenta que acompaña y no impone, abierta y siempre con posibilidad para reparar, reivindicar y reírnos ante los errores de danza.
"Si acaso te imaginas como
un bólido fugaz que ha perdido su brillo al tocar esta tierra, aceptarás al
dolor y al sufrimiento como la naturaleza misma de las cosas. Pero si crees que
has sido arrojado al mundo para cumplir con la misión de humanizarlo,
agradecerás a los que te precedieron y construyeron trabajosamente tu peldaño
para continuar en el ascenso...
Nombrador de mil nombres, hacedor de sentido, transformador del mundo... tus padres y los padres de tus padres se continúan en ti. No eres un bólido que cae sino una brillante saeta que vuela hacia los cielos. Eres el sentido del mundo y cuando aclaras tu sentido iluminas la tierra. Cuando pierdes tu sentido la tierra se oscurece y el abismo se abre." Silo El Paisaje Interno

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