“Cuando el ser humano se dedica sólo a sus intereses y problemas personales, lleva la muerte en el alma y todo lo que toca muere con él” (Silo. Exp. Guiada: La Acción salvadora).
La hipocresía del poder, la hipnosis del sistema, el atontamiento generalizado frente a la contradicción y la explosión de la violencia en todos sus aspectos, son indicadores malos, muy malos, de cómo continúa esta crisis.
No hay razón, ni ideología, ni sentimiento o temor que justifiquen las matanzas a las que asistimos en este crítico y doloroso momento histórico.
Los bandos, son inventados para un público poco crítico. Es un juego mentiroso, utilizado por quienes buscan unir a personas o poblaciones enteras en base a supuestos intereses que dicen ser "comunes", ya sean creencias heredadas, derechos asumidos, entidades anheladas o prejuicios escondidos tras el "deber ser". Entre tanto, eluden la mirada de quienes no comulgan dentro de sus filas con semejante juego, proyectando en otros sus propios problemas, complejos y contradicciones para convertirlos en enemigo.
"No importa en qué bando
te hayan puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tú no
has elegido ningún bando." Silo. La Mirada interna.
En este hecho de superar los bandos vamos a tener que hacer un cambio importante con nuestra mirada. Poner en duda de algún modo lo que la propaganda transmite, lo que siempre hemos creído pero que ha resultado no ser tan bueno, ganar en valentía para expresarnos, tras escuchar al otro, también dar nuestro parecer. Descartar los miedos para curiosear y aprender de quienes nos ayudan a construir un proyecto común. Gracias a la superación de esa mirada infantil, que busca culpables e idolatra a los inocentes, también nosotros superaremos los bandos. Hecho fundamental en la búsqueda de aquella anhelada conexión que yace en el fondo de la conciencia humana y que por desocuparnos de las cosas importantes, la hemos olvidado, dejando que la desconfianza la cubra de polvo.
Hoy son tan groseros los empujones que nos dan "los abusones de la clase", esos señores que obscenamente engrosan sus ganancias produciendo guerras, dolor y muerte, que hasta los más despistados empiezan a incomodarse, incluso a enfadarse con la situación actual.
El momento parece oportuno para avanzar hacia la NO violencia, entendiendo que el compromiso con otros no es un simple reflejo animal y que nuestras acciones llegarán más allá de nosotros mismos desde la menor a la mayor capacidad de influencia. Por ello será necesario distinguir entre acciones
unitivas, con sentido, o acciones contradictorias dictadas por la inmediatez, ineludibles en toda situación en la que se comprometa la dirección de vida.
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